martes, 16 de febrero de 2010

Critica de cine

Escrito por José Arce el 14.02.10 a las 12:19
Archivado en: Críticas
Una comedia que viaja de la decadencia de la Unión Soviética al esplendor de la Ciudad de la Luz en busca de la perfección musical. Simpática, emocionante en su eclosión, celebra la pureza del arte de manera sincera y necesaria.
Hace treinta años, Andrei Filipov (Alexei Guskov) fue expulsado de su cargo de director de la famosa y prestigiosísima Orquesta del Bolshoi; desde entonces, malvive limpiando las instalaciones que antes regía con orgullo. Pero cuando intercepta un fax del Teatro Châtelet parisino, una segunda oportunidad aparece ante él… Desde los parámetros de una divertida comedia de trama imposible, Radu Mihaileanu se sirve de “El concierto” para plasmar con intencional efectividad un viaje desde la progresivamente decadente Unión Soviética de Brezhnev hasta la Rusia contemporánea, en la que el ideal comunista subsiste trágicamente disfrazado en mitines de contenido caduco exortados con nostálgica pasión ante palcos ajenos a su discurso. Y de ahí, a la Ciudad de la Luz, un París de apariencia esplendorosa pero de poso también apurado en los tiempos que corren, salvando las distancias. Entre medias, un montón de historias individuales. Y por encima, por debajo, entrelazando y dominándolo todo, la pureza del Concierto para Violín de Tchaikovsky. Casi nada.Critica de cine

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